La serranía de Guadalajara fue el lugar propuesto por los BICIBERREICOS para disfrutar de una pateada y algún que otro pasatiempo, ya sea geocaching, baño, equilibrios sobre el río y alguno que otro que seguro se nos quedó en el camino.
Hace muchos años que recorrí en profundidad la zona al participar en un maratón en bici de larga distancia. Recorrí, con mas pena que gloria la mayor parte de los senderos que hoy he disfrutado a pie. Desde luego que me ha traído buenos recuerdos y sobre todo muchas propuestas para el futuro.
La aventura comienza en VALDESOTOS, pueblo pequeño y perdido en la serranía de Guadalajara, vigilado constantemente por el famoso OCEJON, que en este día no ha conseguido quitarse la capa de nubes; aunque a nosotros el día nos ha regalado sol y calor.
Tras la visita obligada al CHORRO (en invierno paraje especial y en verano, como diría Martín: http://www.zonademierda.com/, por la cantidad de gentuza que lo frecuenta), con baño incluido de los mas intrépidos, comenzamos el recorrido que une el pueblo con las ruinas del antiguo monasterio de BONABAL.
Un paseo por el sendero GR10 que representa la diversidad de paisajes que se pueden encontrar en estos lares: arcillas, calizas, pizarras, llanuras, montañas, río, etc.
Visita obligada a las ruinas, búsqueda infructuosa del CACHE imposible, y al trote para avanzar un poco más y poder comer al sol, que con el cambio horario a la que te descuidas se esconde!!!
Los datos técnicos muy sencillos, 10 km de paseo y un desnivel muy pequeño. Apto para todos los públicos.
Conclusión, día muy divertido de campo con la compañia de muy buena gente. No se puede pedir más!!!
