Con la intención de aprovechar al máximo el domingo, parte de la familia (entre los que me incluyo), decide ir a visitar a Luis e.t. a su humilde morada en la Reserva del Valle de Iruelas y ya que estamos ..... nos bañamos en las aguas del Pantanos del Burguillo, que está como nunca de agua.
Salimos un poco tristes porque Jaime ha sufrido los sintomas propios de la fiebre amarilla, bueno de su vacuna (el vacile a la enfermera te lo podias haber ahorrado) y se ha tenido que quedar en casa.
Un paseo en familia por la reserva, un bocata para comer y un buen baño... un plan perfecto.
Espero que repitamos pronto!!
